A veces me pregunto quien sos, Lunita. No, me pregunto qué sos. Esta
mañana, con una velita prendida, en ese portavelas que deja salir la
luz por un corazón, mientras saludaba a la mañana en el silencio de
haberme despertado antes que los chicos, pensaba si capáz no te
había convertido en una religión. Una especie de espiritualidad
pagana y personal, basada en amarte, construida alrededor de
extrañarte. Dudo, a veces, si creer que tu energía es vida, que es
parte de lo que pulsa y parte de lo que fluye y parte del amor no es
lo mismo que hacerte monumento, que vestirte de estampita y creer,
con la misma firmeza de la fé, en vos. A veces me da miedo crear de
vos algo que no sos. Si sos una bebita! Una chiquita preciosa y
amada, con un cuerpo que no era para el mundo, que vivió en mí casi
27 semanas. No te quiero vestir de santo, creerte ángel, rezarte
plegarias paganas basadas en necesitarte y necesitar que existas de
alguna manera, en algún lado.
A veces sos una necesidad. Un vacío que grita y despotrica, que
necesita ser llenado por algo. Estoy inquieta. Y no alcanzan las
galletas de chocolate, el pan con mantequilla, las bolsas de papas
fritas. Las lágrimas no apagan esa necesidad de vos, de conocerte,
de amarte y cuidarte y criarte. ¿Cómo carancho se es mamá
de un alma? ¿Cómo se ama con los brazos vacíos? ¿Cómo aprendo a
criar con apego, a ser generosa y estar presente durante tu muerte?
¿Cómo aprendo a entender qué necesitás de mí? Entonces son
necesidades grandes, radicales, cosas que no sé hacer, dibujos que
quiero pintar cuando nada me sale. Porque quiero pintar el amor.
Quiero pintar la escencia de lo que es amar desatada, entregada,
dolida y profunda. ¿Dé qué color es el dolor, cómo dibujo el
vacío? Que ni siqueira lo es. Lo único que es, es una necesidad. Es
el incompleto, la falta. No es negro, para nada. No es rojo. Es azul.
Para vos, amor mío, es azul. Azul y resplandeciente. Que alguien me
enseñe a dibujar. O que alguien me enseñe a soltar lo que me ata y
vuelva a sentirme libre. Estos son mis pobres regalos. De hoy, de mi
alma desesperada.
Tengo unas lágrimas que no quiero dejar salir. Porque no puedo
escuchar a Snatam Kaur, que nos cantó cuando nacías, escucho a
Mirabei Cebai... y las putas lágrimas me arden en la garganta. No
quiero terminar tirada en el piso.
Y escribo esta poronga y lo voy a subir a algún lado. Como si
tuvieras internet. Ese es otro de nuestros engaños, los mensajes que
te mandamos. Con globos nefastos que arruinan nuestra tierra, con
estados en facebook y entradas de blog...como si tuvieras internet.
Como si te hubieras ido de campamento. Funesto campamento de bebés
muertos.
Y ahora ni siquiera puedo subir esto. Porque putée demasiado y no es
esperanzador para nadie.
Sabés qué?, lo subo.
También hay momentos de mierda. Las lágrimas parece que volvieron a
entrar. 9 meses desde que naciste.
A veces me confundo y pienso que capáz te inventé. Que capáz
necesitaba una compañía especial. Que mi alma atea quería algo
para creer, y te inventé de amor. En esos momentos la vida, que es
más piola que yo, me da un pequeño sacudón. Y arde, todo arde
dentro mío. Y antes de estallar me duelen los brazos de tanto
extrañarte.
Te dibujé esto. Ordené la casa.
No quiero cerrar con un te quiero. Porque ni una buena y
empedernida atea cree que los muertos tengan wifi. Pero te quiero
igual. Siempre, cada día. Capaz te quiero desde siempre, solo que
antes no lo sabía. Hoy lo sé porque te conocí. Porque te llevé
dentro y respiré por vos, porque te parí, te tuve en mis brazos y
te olí. Porque mi corazón emparchado te guarda hasta mi muerte,
hasta la eternidad de los tiempos. Hasta que deje de existir, mi
corazón, mi ser entero, late con vos. Eso es ser tu mamá. Gracias,
puchila. Te amo. Te quiero. Te extraño. Te tengo. Te necesito.
Te quiero.
Mamá. (yo: por vos.) (Yo:mamá:gracias a vos) creo que hice un
algoritmo.
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Hoy necesité esta imágen. Me vuelve a llenar, cuando ya estaba vacía. Es de Stephanie Dyer http://beyondwordsdesigns.com/wp-content/uploads/2012/08/Moon-Mama-WM.jpg |
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Y necesité animarme a ver de nuevo esta imágen. Me parte el corazón. La siento. Es de Amy Swagman. http://themandalajourney.com/2011/10/15/brief-yet-everlasting/ |
sin palbras cheli preciosa... a veces se timos que esos te quiero que les decimos a ellos se quedan suspendidos en el aire, flotando,sin llegar nunca a su destinatario.... hay esos días de extrañar
ReplyDeleteesos dias nos hacen sentir en un limbo, solo respirado, existiendo sin motivo...
ReplyDeleteay fer... gracias. sí... a veces el dolor y el extrañar y al falta queman. <3
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