Tuesday 1 April 2014

Un grito



A veces me pregunto quien sos, Lunita. No, me pregunto qué sos. Esta mañana, con una velita prendida, en ese portavelas que deja salir la luz por un corazón, mientras saludaba a la mañana en el silencio de haberme despertado antes que los chicos, pensaba si capáz no te había convertido en una religión. Una especie de espiritualidad pagana y personal, basada en amarte, construida alrededor de extrañarte. Dudo, a veces, si creer que tu energía es vida, que es parte de lo que pulsa y parte de lo que fluye y parte del amor no es lo mismo que hacerte monumento, que vestirte de estampita y creer, con la misma firmeza de la fé, en vos. A veces me da miedo crear de vos algo que no sos. Si sos una bebita! Una chiquita preciosa y amada, con un cuerpo que no era para el mundo, que vivió en mí casi 27 semanas. No te quiero vestir de santo, creerte ángel, rezarte plegarias paganas basadas en necesitarte y necesitar que existas de alguna manera, en algún lado.
A veces sos una necesidad. Un vacío que grita y despotrica, que necesita ser llenado por algo. Estoy inquieta. Y no alcanzan las galletas de chocolate, el pan con mantequilla, las bolsas de papas fritas. Las lágrimas no apagan esa necesidad de vos, de conocerte, de amarte y cuidarte y criarte. ¿Cómo carancho se es mamá de un alma? ¿Cómo se ama con los brazos vacíos? ¿Cómo aprendo a criar con apego, a ser generosa y estar presente durante tu muerte? ¿Cómo aprendo a entender qué necesitás de mí? Entonces son necesidades grandes, radicales, cosas que no sé hacer, dibujos que quiero pintar cuando nada me sale. Porque quiero pintar el amor. Quiero pintar la escencia de lo que es amar desatada, entregada, dolida y profunda. ¿Dé qué color es el dolor, cómo dibujo el vacío? Que ni siqueira lo es. Lo único que es, es una necesidad. Es el incompleto, la falta. No es negro, para nada. No es rojo. Es azul. Para vos, amor mío, es azul. Azul y resplandeciente. Que alguien me enseñe a dibujar. O que alguien me enseñe a soltar lo que me ata y vuelva a sentirme libre. Estos son mis pobres regalos. De hoy, de mi alma desesperada.
Tengo unas lágrimas que no quiero dejar salir. Porque no puedo escuchar a Snatam Kaur, que nos cantó cuando nacías, escucho a Mirabei Cebai... y las putas lágrimas me arden en la garganta. No quiero terminar tirada en el piso.
Y escribo esta poronga y lo voy a subir a algún lado. Como si tuvieras internet. Ese es otro de nuestros engaños, los mensajes que te mandamos. Con globos nefastos que arruinan nuestra tierra, con estados en facebook y entradas de blog...como si tuvieras internet. Como si te hubieras ido de campamento. Funesto campamento de bebés muertos.
Y ahora ni siquiera puedo subir esto. Porque putée demasiado y no es esperanzador para nadie.
Sabés qué?, lo subo.
También hay momentos de mierda. Las lágrimas parece que volvieron a entrar. 9 meses desde que naciste.
A veces me confundo y pienso que capáz te inventé. Que capáz necesitaba una compañía especial. Que mi alma atea quería algo para creer, y te inventé de amor. En esos momentos la vida, que es más piola que yo, me da un pequeño sacudón. Y arde, todo arde dentro mío. Y antes de estallar me duelen los brazos de tanto extrañarte.
Te dibujé esto. Ordené la casa.
No quiero cerrar con un te quiero. Porque ni una buena y empedernida atea cree que los muertos tengan wifi. Pero te quiero igual. Siempre, cada día. Capaz te quiero desde siempre, solo que antes no lo sabía. Hoy lo sé porque te conocí. Porque te llevé dentro y respiré por vos, porque te parí, te tuve en mis brazos y te olí. Porque mi corazón emparchado te guarda hasta mi muerte, hasta la eternidad de los tiempos. Hasta que deje de existir, mi corazón, mi ser entero, late con vos. Eso es ser tu mamá. Gracias, puchila. Te amo. Te quiero. Te extraño. Te tengo. Te necesito.
Te quiero.
Mamá. (yo: por vos.) (Yo:mamá:gracias a vos) creo que hice un algoritmo.
Hoy necesité esta imágen. Me vuelve a llenar, cuando ya estaba vacía. Es de Stephanie Dyer http://beyondwordsdesigns.com/wp-content/uploads/2012/08/Moon-Mama-WM.jpg
Y necesité animarme a ver de nuevo esta imágen. Me parte el corazón. La siento. Es de Amy Swagman. http://themandalajourney.com/2011/10/15/brief-yet-everlasting/


3 comments:

  1. sin palbras cheli preciosa... a veces se timos que esos te quiero que les decimos a ellos se quedan suspendidos en el aire, flotando,sin llegar nunca a su destinatario.... hay esos días de extrañar

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  2. esos dias nos hacen sentir en un limbo, solo respirado, existiendo sin motivo...

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  3. ay fer... gracias. sí... a veces el dolor y el extrañar y al falta queman. <3

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